Parámetros / El tesorero de Madero

Ago 06, 2018

Lo más difícil para los hijos es desaprender algunas enseñanzas de sus padres.

— Alberto, te acabas de bolear los zapatos, ¿cierto?.. —preguntó don Rubén—

— Si, don Rubén. —respondio el administrador de las finanzas—

— Sabes de manera perfecta que me desagrada mucho y no soporto ese olor a tinta y cera.

— Discúlpeme por favor —dijo Alberto—. El hombre salió de la oficina y en un total acto de falta de dignidad, se quitó los zapatos y volvió a entrar solo en calcetines.

 Hablamos de don Rubén Díaz de La Garza (qepd) y Alberto González Enríquez, gerente general y contador respectivamente, del otrora exitoso periódico El Sol de Tampico hace algunos lustros.

 Aunque en lo particular se nos hace exagerada la suma, se hablaba de la estratosférica cantidad de 1, 500 millones de pesos el fraude de Alberto González a la Organización Editorial Mexicana de los Vázquez Raña, evento en el cual don Rubén lo ayudó para que no fuera a prisión.

 Y es posible que haya sido así, porque don Rubén tenía muy bien aceitado el funcionamiento del matutino y vespertino periódico de mayor circulación, pues, se distribuía en toda La Huasteca (Veracruz, San Luis, Hidalgo y hasta partes de Nuevo León y la Ciudad de México) y zona conurbada del sur de Tamaulipas. El periódico todos los días ‘volaba’ y desaparecía. Un verdadero fenómeno.

 Ese gran desfalco entre otras cosas, ocasionaron un infarto a don Rubén Díaz de La Garza. El viejo ya no se recuperó...  

 Alberto González Enríquez fue tesorero con muy malas cuentas en la administración con José Francisco Rábago Castillo y después Lupe González Galván  lo hizo tesorero en Madero y a los dos meses se le descubrieron fuertes depósitos en bancos de los Estados Unidos.

Salió mal en las finanzas y fue sustituido por Erasmo González Robledo quien despues se supo que fue su complice engañando a Lupe y solapando las rapacerías de Alberto y, como Lupe se fue de sub procurador del sur del estado, Alberto Gonzalez se fue al auto exilio a los Estados Unidos.

 Se refugiaron en alguna ciudad de Texas pero bajo su adoptada premisa de que el tiempo todo lo cura, perdona y olvida, hoy regresan a la mina que representa para ellos el sur de Tamaulipas y estarán colaborando muy cerca de Ardían Oseguera Kernion a cargo de las finanzas del municipio a través de su hijo Carlo González quien será el tesorero del ayuntamiento.

 Por supuesto su vástago no tiene ninguna responsabilidad en lo arriba expuesto, pero él cuenta con su propia historia personal, pues el muchacho además  de ser una verdadera crápula, está educado para ser rico y hacer dinero utilizando los medios que se requieran para ello y aquí embona perfectamente la cita de Einstein: “La educación es lo que permanece cuando uno ha olvidado lo que aprendió en la escuela”.

 Quienes conocen a Carlo González, el futuro tesorero del ayuntamiento de Madero, afirman que es una auténtica fichita y que su padre es su verdadero ‘coach’ y será quien realmente administre las finanzas del municipio que nos ocupa.

 Además de las técnicas aprendidas también se habla que ha llevado una vida de deshonestidad, abusos y excesos. Es metodista: se mete de todo y trae la trampa en su ADN.

 El tesoro de los dineros públicos en los ayuntamientos de cada ciudad, son un área muy sensible y deben de tener un manejo intachable en sus finanzas.

 Cuando se dio a conocer qué Oscar Román, líder moral del Club de Regatas Corona y amigo personal de don Abel Oseguera, padre del presidente municipal electo, sería el coordinador general de campaña de Adrián Oseguera Kernion, la mayoría de los enterados supuso que en base a su experiencia y profesión, iría a la sensible área de finanzas en la inteligencia de que Madero espera y merece un manejo ordenado, responsable, maduro y pulcro en sus finanzas.

 Óscar Román reúne ese perfil. Los enterados esperan que se reconsidere y pondere al citado y se medite esa importante designación: la tesorería de los dineros públicos.

 

 Muchas gracias y hasta pronto…